martes, 25 de junio de 2013

Reivindicación de la guerra de maniobras como método de conquista.

En la dura lucha por el placer permanente es necesario que constantemente los sujetos placenteros estén considerando la pertinencia de su práctica placentera a partir de una rigurosa contrastación con la teoría placentera, y viceversa, de modo de asegurar que la elaboración táctica conduzca de la manera más segura posible al objetivo estratégico y a la vez a la construcción del escenario más favorable para alcanzar el placer (permanente), que hará de nosotros sujetos plenos y libres.

En este sentido, sin embargo, no hay una forma única de abordar esta problemática y entre las huestes en lucha se debaten claramente dos: las llamadas "guerra de maniobra" y "guerra de trincheras". ¿Cómo se caracterizan y cómo determinar cuál método es el adecuado? En lo sucesivo trataremos este asunto.
~ Guerra de maniobras. Esta implica un ataque frontal y directo en busca del objetivo estratégico. Las condiciones que usualmente posibilitan la configuración de un escenario para que esta táctica sea pertinente se constituyen en la abundancia de alcohol, música candente, frenesí juvenil y una alta moral relativa. En estos casos la historia ha demostrado que es sensato apostar por una conducta menos velada y más violenta.

Por otro lado, existen otros contextos en los que se desarrolla la guerra de maniobras, pero verdaderamente resulta (mucho) menos recomendada, en atención a la configuración del sentido común y la Ideología dominante; me refiero a las ocasiones en que el contexto dista de ser el óptimo mencionado y por tanto es posible que incluso medie la sobriedad o la distancia geográfica (mayor a la óptima distancia cuerpo-a-cuerpo), lo que en realidad representa un estadio político previo al óptimo, el que es posible de desarrollarse por medio de la guerra de maniobras no sin representar un aventurerismo patente: todo o nada; arriesgar el poco capital existente en una maniobra prematura puede ser el suicidio. Pero hay quienes se aventuran, y usan el chat de Facebook para hacer declaraciones inesperadas o proponer abiertamente organizar el placer, así sin más. Todo o nada.

~ Guerra de trincheras (no confundir con "en la guerra todo hoyo es trinchera"). En un contexto social donde generalmente decir las cosas frontalmente es aventurerismo y, al contrario de lo que nos enseñan cuando niños -que debemos ser sinceros, decir lo que pensamos, etc.-, se fomenta la indiferencia como mejor método de conquista para ir avanzando posiciones hacia el objetivo estratégico, la guerra de trincheras parece ser un método adecuado y pertinente como regla general de conquista en contextos no óptimos para la guerra de maniobras, -al menos mientras se prepara el escenario para ello-. Es decir: mija, no lo pesque, hágase la interesante, así se va a fijar en usted, no se entregue en bandeja, etc. Esto, a precio de no desatar el impulso espontaneísta de llegar y mandar un inbox diciendo: "hola, juntémonos a tomar (y culiar)", o de dedicar una fina e insinuante pieza de reggaetón.

Luego de estas definiciones, me voy a permitir hacer una reflexión que estimo esencial: la táctica de guerra de trincheras en la búsqueda del placer reproduce la lógica insincera del sentido común hegemónico de no decir las cosas frontalmente a fin de generar una verdadera y eficiente estrategia de guerra que, veladamente, garantice el objetivo estratégico. ¿Y para qué? ¿Para un culión? Verdaderamente creo que no vale la pena tanta parafernalia.

Digo esto porque, por ejemplo, cuando un niño no me quiere dar la pasá (y me indigno) el consejo siempre es: "ignóralo, hazte la interesante y te va a pescar" (o algo así). Y yo digo: "AH NO"; salvo que vaya a encontrar el amor de mi vida (el 99.99999% no es el caso) no voy a andar pensando en cómo chucha ignorar a un wn pa que me pesque, ¿qué es esa mierda? ¿Qué chucha significa "hacerse la interesante"? Uno es como es no más y, si se le aprecia, bien, si no, mal pero filo.

Claramente se debe asumir que, de algún modo, la guerra de trincheras es más eficiente para avanzar posiciones progresivamente -e, incluso, asegurar un casero-, pero no tolero la idea de andar maquinando cómo hacer que te de la pasá alguien que, si bien es preferible, resulta intrascendente. Sólo Alexis Sánchez es merecedor de un plan de largo aliento en mi mente.

Por lo tanto, y a modo de conclusión, reivindico absolutamente el aventurerismo de la guerra de maniobras como forma de conquista. Además es más divertido, y es una cuestión de probabilidades: si lo intento muchas veces, alguna habrá de resultar. Es como tratar de romper una muralla a cabezasos eso sí.

sábado, 4 de mayo de 2013

Insumos para el debate: el dedo en el ano.

Las relaciones entre el sexo y el ano en  nuestra sociedad son diversas y casi siempre de trato subterráneo, pocas veces abordadas dilatadamente en la vida pública. Uno de los misterios más grandes es la forma en que llegamos a descubrir su potencial placentero; hoy podemos tratar de esclarecer dicho misterio. 

Todos saben que existe un Hoyo por donde salen y se pueden meter cosas y uno es curioso por naturaleza, por lo que cabe la posibilidad de que haya una primera vez en que nos liberemos de los prejuicios y vestigios reproductivistas presentes en nuestra cultura sexual y nos sumemos a la gran masa silenciosa de gente que HA TENIDO SEXO POR EL ANO. Ciertamente este tema es poliédrico y todas sus caras deben ser tratadas con la extensión que merecen, sin embargo, en honor al espacio, esta publicación se centrará en la que, en un modelo ideal, corresponde a la parte inicial del conflicto: el dedo. Les invito por tanto a acompañar su lectura con una excelente pieza musical ad hoc en este link. 

Como bien se dice en la introducción, en un modelo ideal todo debiese partir por la tímida penetración del orto por un dedo, más idealmente aún, el meñique. Pues bien, ¿cómo llega a ocurrir eso? La respuesta a esta pregunta no es obvia y al menos se pueden delimitar tres formas en que un dedo llega a un Hoyo durante el coito heterosexual (lo acotado del estudio busca no incurrir en generalizaciones poco rigurosas y no investigadas). 

1. ¿Prestai el chico? Esta forma alude a la impaciencia, a la propia delación, a la decisión de jugar el todo por el todo. Se reconoce que es una forma prudente y respetuosa cuando realmente es una pregunta y no un mero recurso retórico que no espera ser respondido cuando ya están casi ensartando a la contraparte. Es en ocasiones una forma que denota ingenuidad y otras veces simplemente flojera (de descubrir la respuesta por la vía de los hechos). Intuitivamente suele cortar inspiraciones, pero ello no quita que pueda ser un paso táctico necesario (recordemos que toda forma de lucha es válida) que abra los límites de lo posible cuando no se vislumbra un viraje espontáneo hacia el objetivo estratégico buscado.
 
2. La silenciosa. Esta es la forma más misteriosa y bella a la vez. Su hermosura está dada por la inexplicable sincronía que significa que alguien se atreva a meterle el deo en el Hoyo a uno en el momento adecuado, previendo que no se opondrá resistencia, y sumando infinitos puntos de placer. No es recomendado usar esta forma sin el correspondiente análisis de coyuntura, cayendo en el voluntarismo y el aventurerismo y pudiendo llegar a consecuencias nefastas. Cabe decir que lograr esta forma es una muestra de audacia y claridad política. Ahora bien, una cosa es actuar en el momento correcto y otra cosa es hacer lo correcto en el transcurso de la operación. Sin embargo, para efectos de simplificar el modelo, partimos suponiendo que una vez llegado el dedo al ano los demás hechos se suceden favorablemente.

3. Méteme el deo en el chico/hoyo/etc. por favor. Si bien en ningún caso debemos presumir que a nuestro interlocutor le fascina meter su dedo en un lugar por donde sale caca, en esta variante aquella presunción se vuelve una condición necesaria para poder avanzar en la consecución del objetivo estratégico. Se espera, por tanto, una combinación de claridad en el análisis de coyuntura -para determinar si la petición no escandalizará al otro- y entrega -en la medida que esta forma desmantela toda la belleza de la audacia expresada en el punto (2), el fin último vuelve prescindible la beldad del medio-. Al igual que (1), es el camino rápido cuando urge usar el de tierra. No se prefiere, pero se insta a usar esta forma en cuanto significa un empoderamiento relativo de la mujer respecto de su capacidad propositiva durante el sexo. Finalmente, uno de los riesgos que implica este medio dice relación con la posibilidad de destruir la presunción antes mencionada, es decir, encontrarse con alguien a quien no le guste meter el dedo. Compañeras Señoritas, esa afrenta es digna merecedora de nuestro abandono del ring de cuatro perillas, pero como no siempre va a valer la pena esto último, se recomienda hacer un análisis económico de la situación antes de actuar guiadas por el odio y el rencor. 

En conclusión, este estudio pretendía dar algunas luces que pudiesen ayudar al esclarecimiento definitivo de una de las aristas del sombrío asunto del sexo anal. Se espera haber contribuido en esa dirección.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Especial de Año Nuevo: consejos

¿Cómo se prepara una Señorita para recibir el Nuevo Año de manera cauta, precavida, apasionada pero pragmática y, por lo mismo, higiénica?

Son varias las aristas desde las que podemos abordar este tema, probablemente no las cubriremos todas, pero trataremos de incorporar los elementos indispensables sin los cuales en la misma víspera de las 00.00 horas del 2013 y, también, en la supervivencia del siguiente día, pudiese ser más complejo mantener la compostura de una Señorita del siglo XXI (compostura que puede ser ampliamente interpretada y sostenida sin rayar el relativismo, sino más bien abrazando la abolición de la moral burguesa-judeocristianocatólica).

En lo metodológico, haremos una combinación de consejos en orden cronológico y otros tantos aleatorios. 

1. Una Señorita debe afirmar la guata. ¿En qué sentido? Tal vez se viene a la mente el sentido deportivo: debemos afirmar nuestra musculatura. Pero no, eso es imposible de hacer en un sólo día y, si no lo hicieron durante todo el año, ni en un mes lo harán y enarbolarán hasta marzo la consigna #porunveranoconpolera, asúmanlo. Me refiero entonces al sentido gástrico de la expresión: afirmar la guatita para no embriagarse tan pronto, ni vomitar cuando ya estén curás, y vivir más tranquilas. ¿Cómo hacerlo? Si bien cada organismo funciona diferente y nuestro equipo de nutricionistas hoy no trabaja, podemos partir por erradicar una mala práctica alimenticia de Año Nuevo: no comer nada en todo el día para recibir el atracón de la cena/asado familiar. Sucede que a las dos horas estaremos bebiendo cuales peces en el río, y no habrá digestión posible para los 8 kilos de peso que subiremos en media hora, por lo que nuestro sistema digestivo estará confundido y no estará firme y recio para recibir el alcohol, que es prioridad disfrutar. El consejo es, entonces, a comer bien durante todo el día, sin engañarse comiendo ensaladas que después expulsaremos enteras; un poco de arroz, fideos o papas, todo bien masticado, por favor. Al momento de la cena, no exagere (pero coma no más), que por lo demás es de mal gusto parecer una muerta de hambre, Dios Santo. Tenga modales y brinde.  

2. Una Señorita debe salir bien implementada. Si bien para festejar la cartera que se lleva es pequeña, jamás es lo suficientemente pequeña como para llevar lo indispensable: calzones, cepillo de dientes, dentífrico, condones, papel higiénico, jabón gel, desodorante, toalla higiénica/tampón; todo eso, además de los tradiciones artículos de belleza. 

Algunas aclaraciones: ¿Por qué el calzón? Una nunca sabe dónde va a terminar y, aunque sea en la casa de la amiga, siempre es cómodo un cuadro limpio mijita. Respecto al cepillo de dientes: una buena forma de aprovechar todas sus potencialidades es usándolo no sólo al otro día para quitar el "sabor a estribo oxidado" -como dijera García Márquez- de la boca, sino también cepillándose los dientes durante la celebración. Esto alivia probadamente la sensación de embriaguez y acidez (porque es una base), y nos deja siempre listas para besuquear gente después del clásico "güitre", por eso lleve pasta de dientes. Finalmente, aclaro que la toalla higiénica/tampón siempre es útil para las personas descuidadas que pierden la noción del tiempo, ya siendo una misma u otra mujer: hay que ser buena compañera y camarada, generosa, como el Ché. 

3. Una Señorita debe andar cómoda, pero chic. Para ser bella no hay que ver estrellas; la que es bonita, es bonita, la que es fea es fea, a menos que subvirtamos los cánones de belleza burguesa que han imperado por siglos, pero todas podemos ser simpáticas ¿cuál es la necesidad de ser rica? y a nadie le falta Dios, salvo a los malditos ateos. Fuera de aquello, vestirse para Año Nuevo es un tema. Todo va a depender de dónde valla a carretear: los lugares VIP-lounge-fesh-exclusive-open bar-2013 son algo más exigentes, cada cual tiene su estilo, pero preocúpese de algunas cosas: si anda apretada que no se le marque el calzón, la pata e' camello, ni el rollo que le molesta; a veces menos es más y andar como prieta no es un deber. Lo mejor pa los rollos es usar vestidos sólo un poco ajustados, con calzones que no la partan en dos horizontalmente como humita. 

Y los zapatos son otro drama: jamás use zapatos nuevos para bailar o para bacilar. Si se los compra para una ocasión especial, úselos todos los días, al menos una semana antes, con y sin calcetines en su casa. Aguáchelos. Preocúpese aunque sean bajos, no queremos sorpresas ingratas, como que la hawaiana le molesta en el deo gordo. Refiriéndome a los zapatos altos, tenga en cuenta que es un clásico del Año Nuevo y sus secuelas -after, Mercado Central- el vagar por la ciudad en busca de más o mejor carrete; considérelo antes de elegir su calzado. Si el zapato alto no la acompaña, considere una opción más prudente -el terraplén es muy aconsejable- o bien, lleve un calzado de descanso, como la chala, la chinita o la zapatilla (si es que tiene dónde echarlos); considere el espacio que necesitará para guardar no sólo aquel repuesto, sino también el que ocupen los zapatos que lleva puestos, a menos que los lleve en la mano (paja). 

Otros consejos: siempre lleve el teléfono cargado y cargador. No lleve todo el dinero que tenga, sólo el que esté dispuesto a usar, o si no se lo va a tomar todo; trate de estirar el bolseo hasta donde pueda, pero siempre con una actitud fraterna; jamás aprovecharse de los verdaderos amigos, salvo que lo merezcan.  Tenga el pase cargado, trate de no apagar tele, etc. Conserve siempre una luca para la Gatorade o Powerade, siempre. Pero lo principal: hidrátese desde ya. De hecho, póngase de pie y vaya a tomar agua ahora mismo.    

domingo, 30 de diciembre de 2012

Por la subversión del concepto y la praxis del "respeto"

respeto (RAE).
(Del lat. respectus, atención, consideración).
1. m. Veneración, acatamiento que se hace a alguien.
2. m. Miramiento, consideración, deferencia.
3. m. Cosa que se tiene de prevención o repuesto. Coche de respeto. WTF
4. m. miedo (recelo).
5. m. ant. respecto.
6. m. germ. espada (arma blanca). 
7. m. germ. Persona que tiene relaciones amorosas con otra.
8. m. pl. Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía. 

Para partir, cabe decir que ninguna de las definiciones acá vertidas se condice con la noción que una Señorita del Siglo XXI (y la sociedad en su conjunto) debiese tener del Respeto. Exceptuando la definición número 7, que -debo decir- no sé cómo mierda se podría usar (si alguien dice "yo lo respeto a él" o "nosotros nos respetamos", ¿En qué momento alguien puede establecer que tienen relaciones amorosas? Por otro lado ¿Son estrictamente amorosas? ¿A quién se le habrá ocurrido esa definición? Yo creo que la RAE se equivocó), y las definiciones número 3, 5 y 6 -que no tienen ningún sentido-, hacen alusión a intenciones débiles (no intensas) o de sometimiento, actitudes que una Señorita no debe buscar en sus relaciones interpersonales, porque se debe vivir con intensidad y fraternidad. 

Contexto en que surge la inquietud sobre la necesidad de una resignificación del "respeto". 
  
Si bien usualmente se enarbola el respeto como una prevención higiénica y protectora de la mujer y su virtud respecto del ataque masculino, es menester denunciar, mediante estas palabras, que la consecuencia objetiva de este principio no es sino la presunción de que a la mujer se le debe negar el placer antes que todo, y que en ningún caso es relevante el deseo de la mujer de sentir placer. ¿A qué me refiero? A que no dar la pasá, por "respeto", es en realidad una ofensa; no meter el deo en el chico, por "respeto", es una ofensa. Si lo que el contexto manda es hacer ese tipo de acciones, no hay tal cosa como el "respeto" que nos han enseñado. Efectivamente se debe un Respeto, pero aquél no es ni un mero miramiento, ni miedo, ni la conservación de límites y prejuicios pasados a choro seco o de pichula pasá a mano y sotana: es una honesta preocupación por las expectativas razonables que todo contexto de avanzada amatoria, dado por las mutuas concesiones que en la interacción los participantes han dado a entender, exije. Lo contrario es, además, una falta a la seguridad jurídica.

Una suele pensar, en esos momentos críticos en que el "respeto" nos ha traicionado: fálteme el "respeto", usted señor Caballero. Pero aquello no es más que exigir el Respeto a las expectativas racionales que toda Señorita acarrea consigo luego de que el contexto ha dado a entender que una puede y quiere pedir eso. Digamos, si un seudo Caballero insinúa cosas que luego no concreta, por "respeto", no es un Caballero. Hay que distinguir el "respeto" del Respeto, entonces. 

Conclusiones.

En conclusión, hay que desenmascarar la pusilanimidad y ponderarla con la inocencia sincera, susceptible de recapacitar, para erradicar el "respeto" y exigir el Respeto que tan fácilmente es negado, si no por prejuicios, por ignorancia o mala voluntad. Finalmente, la experiencia me da la razón, en el sentido de que lo primero que se piensa cuando un Caballero no cumple con las expectativas generadas, es: qué sin Respeto este conshesumare. ¡Subversión, Señoritas!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Tensiones sexuales postcoitales mal dirigidas: consecuencias nefastas.

Quiero partir por aclarar qué es lo que entiendo como "tensión(es) sexual(es)": se dice del tipo de incómoda pero ansiebunda relación que existe entre dos o más personas que se atraen sexual y mutuamente, antes o después "de" (si saben a lo que me refiero, mis Señoritas). Es incómoda porque usualmente se da de manera inoportuna o irracional; y es ansiebunda porque genera ciertas pulsaciones adrenalínicas que dan ganas de saciar. Luego, la tensión sexual (TS) es algo que hay que tensar hasta romper, o distender hasta eliminarla de manera pacífica. Esta weá es lo peor (y lo mejor). Porque durante ese período la vida se reduce al constante debate entre amar y odiar. Pero claramente es una falsa dicotomía (como la de dar la lucha dentro o fuera de la institucionalidad), porque en ningún momento se ama o se odia solamente, sino se hace todo A LA VEZ. Se ama y se odia, por la SHIT. 

Acabo de dar también otras dos nociones que nos ayudarán a encausar la explicación de las consecuencias nefastas de la TS en algunas ocasiones (cabe decir desde ya que este artículo sólo se refiere a las TS mal dirigidas, que son las que al cabo de cierto tiempo generan más molestias que satisfacciones); los conceptos dicen relación con la temporalidad de la TS: antes o después "de". Con "de" nos referimos a culiar (qué más iba a ser).  
  • Antes: acá aun no se produce el encuentro carnal; usualmente miradas, insinuaciones, roces, bailes, INCLUSO besos que anticipan que es plausible dicho encuentro. Acá, el amor y el odio se presentan porque no nos dan la pasá, y es sabido que un Caballero de verdad jamás le niega la pasá a una Señorita de verdad, y este blog es sólo para Señoritas(os), por lo que si llegaron acá, quiere decir que SON Ss. y por lo tanto merecen siempre su pasá. SILOGISMO WINS. 
  • Después: a estas alturas ya habrá ocurrido de todo, o casi de todo, pero al menos el "de" ya fue, y ocurre que probablemente el (o la, o le) susodicho es un conocido vuestro y se lo topa en variadas ocasiones, lo que permite el desarrollo de una TS postcoital (qué expresión más de mierda). 
Teniendo todos esos elementos en consideración, procederé a elaborar un listado con las consecuencias nefastas más comunes o las que primero se me vengan a la mente (porque una Señorita también sufre de corriente de la consciencia), para el caso postcoital (qué asco me da esa expresión), que es el más nefasto:

1. Que le personaje crea que una está enojada con le.
2. Que le personaje evite saludarte cuando te ve.
3. Que le personaje no le hable más.
4. Que le personaje crea que una está enamorada o enganchada.
5. Que le personaje comente todas tus cosas en Facebook.
6. Que le personaje no te responda ningún comentario de Facebook. Ni inbox.
7. Que todo lo que una comente sea tomado con alguna connotación (tanto por le como por otros) por haberse tirado a le personaje.
8. Que le personaje se enamore o enganche de una.
9. Que le personaje crea que una cree que tiene derechos sobre le, y se enoje por nada.
10. Que le se choree de la nada sin saber el motivo.
11. Que una se vea en la necesidad de autocensurarse a causa de la incertidumbre de la reacción de le. 
12. No volver a tirarse a le jamás.
 

martes, 23 de octubre de 2012

Manual para no perder la Amistad de un Tiramigo

Un tiramigo o amigo con ventaja es aquél Galán que una Señorita suele frecuentar en encuentros pecaminosos, al tiempo que construyen una relación de amistad y cariño-no-de-pareja. Una de las grandes ventajas de un tiramigo es que mantendrás tu reputación intacta, puesto que como es tu amigo, no revelará tus íntimos secretos. 

Es común el mito de que siempre alguno se enamorará del tiramigo, lo cual, si bien es estadísticamente acertado, no puede ser considerado un imperativo categórico kantiano, ya que es perfectamente posible mantener aquella bonita relación de amistad. 

La clave para evitar dramas se basa en ser amigos realmente. Sucede que la mayoría de los amigos con ventaja no son amigos, sino que se juntan sólo con propósitos carnales, sin levantar los muros que diariamente construimos en torno a nuestra intimidad. Al no revelarnos, la amistad no se desarrolla realmente y aquél pobre hombre queda reducido a un objeto sexual (aawww, pooobrecito)

Las situaciones dramáticas más comunes que ocasionan la pérdida de la amistad son: 1) que un tiramigo se enamore del otro tiramigo y 2) que un tiramigo se enamore de otra persona. A continuación se desarrollarán estas hipótesis bajo la luz de la amistad, demostrando que ésta supera todas las dificultades. 

1) En estas circunstancias, si la amistad es fuerte y alguno se enamora del otro amigo, lidiarán con el asunto como un verdadero equipo, en que cada uno comprende los puntos de vista del otro, porque conoce su historia amorosa (y familiar, y social, y educacional, y etc.) y puede comprenderla (no puedo enamorarme de ti porque amo a otro, no puedo amarte porque tengo el corazón roto, no puedo amarte porque ahora no es el momento de algo serio, o simplemente no puedo amarte). Así, ciertamente habrá sufrimiento, pero la amistad no se perderá, ya que no se culpará al otro. Si bien es cierto que puede producirse un distanciamiento para evitar el dolor, el cariño de la amistad seguirá intacto y podrá recuperarse en cuanto los sentimientos del Galán se hayan atenuado. 

2)Si fueran realmente amigos, no habría ningún problema,en contarle que te has enamorado de otro, porque esa es una confidencia típica de la amistad. De esta forma, no se terminará la amistad si de pronto acaban los encuentros pasionales porque la relación con el otro se ha formalizado y no habrá gran sorpresa cuando llores en su hombro con el corazón roto en mil trocitos que te clavan el alma. 

Recuerda:
El Tiramigo no es solo el Galán que te tiras y con el cuál no tienes ninguna relación, sino que es aquél Caballero a quien quieres con todo tu corazón como a un buen amigo. 

¿Quién dijo que la Friendzone era mala?