lunes, 31 de diciembre de 2012

Especial de Año Nuevo: consejos

¿Cómo se prepara una Señorita para recibir el Nuevo Año de manera cauta, precavida, apasionada pero pragmática y, por lo mismo, higiénica?

Son varias las aristas desde las que podemos abordar este tema, probablemente no las cubriremos todas, pero trataremos de incorporar los elementos indispensables sin los cuales en la misma víspera de las 00.00 horas del 2013 y, también, en la supervivencia del siguiente día, pudiese ser más complejo mantener la compostura de una Señorita del siglo XXI (compostura que puede ser ampliamente interpretada y sostenida sin rayar el relativismo, sino más bien abrazando la abolición de la moral burguesa-judeocristianocatólica).

En lo metodológico, haremos una combinación de consejos en orden cronológico y otros tantos aleatorios. 

1. Una Señorita debe afirmar la guata. ¿En qué sentido? Tal vez se viene a la mente el sentido deportivo: debemos afirmar nuestra musculatura. Pero no, eso es imposible de hacer en un sólo día y, si no lo hicieron durante todo el año, ni en un mes lo harán y enarbolarán hasta marzo la consigna #porunveranoconpolera, asúmanlo. Me refiero entonces al sentido gástrico de la expresión: afirmar la guatita para no embriagarse tan pronto, ni vomitar cuando ya estén curás, y vivir más tranquilas. ¿Cómo hacerlo? Si bien cada organismo funciona diferente y nuestro equipo de nutricionistas hoy no trabaja, podemos partir por erradicar una mala práctica alimenticia de Año Nuevo: no comer nada en todo el día para recibir el atracón de la cena/asado familiar. Sucede que a las dos horas estaremos bebiendo cuales peces en el río, y no habrá digestión posible para los 8 kilos de peso que subiremos en media hora, por lo que nuestro sistema digestivo estará confundido y no estará firme y recio para recibir el alcohol, que es prioridad disfrutar. El consejo es, entonces, a comer bien durante todo el día, sin engañarse comiendo ensaladas que después expulsaremos enteras; un poco de arroz, fideos o papas, todo bien masticado, por favor. Al momento de la cena, no exagere (pero coma no más), que por lo demás es de mal gusto parecer una muerta de hambre, Dios Santo. Tenga modales y brinde.  

2. Una Señorita debe salir bien implementada. Si bien para festejar la cartera que se lleva es pequeña, jamás es lo suficientemente pequeña como para llevar lo indispensable: calzones, cepillo de dientes, dentífrico, condones, papel higiénico, jabón gel, desodorante, toalla higiénica/tampón; todo eso, además de los tradiciones artículos de belleza. 

Algunas aclaraciones: ¿Por qué el calzón? Una nunca sabe dónde va a terminar y, aunque sea en la casa de la amiga, siempre es cómodo un cuadro limpio mijita. Respecto al cepillo de dientes: una buena forma de aprovechar todas sus potencialidades es usándolo no sólo al otro día para quitar el "sabor a estribo oxidado" -como dijera García Márquez- de la boca, sino también cepillándose los dientes durante la celebración. Esto alivia probadamente la sensación de embriaguez y acidez (porque es una base), y nos deja siempre listas para besuquear gente después del clásico "güitre", por eso lleve pasta de dientes. Finalmente, aclaro que la toalla higiénica/tampón siempre es útil para las personas descuidadas que pierden la noción del tiempo, ya siendo una misma u otra mujer: hay que ser buena compañera y camarada, generosa, como el Ché. 

3. Una Señorita debe andar cómoda, pero chic. Para ser bella no hay que ver estrellas; la que es bonita, es bonita, la que es fea es fea, a menos que subvirtamos los cánones de belleza burguesa que han imperado por siglos, pero todas podemos ser simpáticas ¿cuál es la necesidad de ser rica? y a nadie le falta Dios, salvo a los malditos ateos. Fuera de aquello, vestirse para Año Nuevo es un tema. Todo va a depender de dónde valla a carretear: los lugares VIP-lounge-fesh-exclusive-open bar-2013 son algo más exigentes, cada cual tiene su estilo, pero preocúpese de algunas cosas: si anda apretada que no se le marque el calzón, la pata e' camello, ni el rollo que le molesta; a veces menos es más y andar como prieta no es un deber. Lo mejor pa los rollos es usar vestidos sólo un poco ajustados, con calzones que no la partan en dos horizontalmente como humita. 

Y los zapatos son otro drama: jamás use zapatos nuevos para bailar o para bacilar. Si se los compra para una ocasión especial, úselos todos los días, al menos una semana antes, con y sin calcetines en su casa. Aguáchelos. Preocúpese aunque sean bajos, no queremos sorpresas ingratas, como que la hawaiana le molesta en el deo gordo. Refiriéndome a los zapatos altos, tenga en cuenta que es un clásico del Año Nuevo y sus secuelas -after, Mercado Central- el vagar por la ciudad en busca de más o mejor carrete; considérelo antes de elegir su calzado. Si el zapato alto no la acompaña, considere una opción más prudente -el terraplén es muy aconsejable- o bien, lleve un calzado de descanso, como la chala, la chinita o la zapatilla (si es que tiene dónde echarlos); considere el espacio que necesitará para guardar no sólo aquel repuesto, sino también el que ocupen los zapatos que lleva puestos, a menos que los lleve en la mano (paja). 

Otros consejos: siempre lleve el teléfono cargado y cargador. No lleve todo el dinero que tenga, sólo el que esté dispuesto a usar, o si no se lo va a tomar todo; trate de estirar el bolseo hasta donde pueda, pero siempre con una actitud fraterna; jamás aprovecharse de los verdaderos amigos, salvo que lo merezcan.  Tenga el pase cargado, trate de no apagar tele, etc. Conserve siempre una luca para la Gatorade o Powerade, siempre. Pero lo principal: hidrátese desde ya. De hecho, póngase de pie y vaya a tomar agua ahora mismo.    

domingo, 30 de diciembre de 2012

Por la subversión del concepto y la praxis del "respeto"

respeto (RAE).
(Del lat. respectus, atención, consideración).
1. m. Veneración, acatamiento que se hace a alguien.
2. m. Miramiento, consideración, deferencia.
3. m. Cosa que se tiene de prevención o repuesto. Coche de respeto. WTF
4. m. miedo (recelo).
5. m. ant. respecto.
6. m. germ. espada (arma blanca). 
7. m. germ. Persona que tiene relaciones amorosas con otra.
8. m. pl. Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía. 

Para partir, cabe decir que ninguna de las definiciones acá vertidas se condice con la noción que una Señorita del Siglo XXI (y la sociedad en su conjunto) debiese tener del Respeto. Exceptuando la definición número 7, que -debo decir- no sé cómo mierda se podría usar (si alguien dice "yo lo respeto a él" o "nosotros nos respetamos", ¿En qué momento alguien puede establecer que tienen relaciones amorosas? Por otro lado ¿Son estrictamente amorosas? ¿A quién se le habrá ocurrido esa definición? Yo creo que la RAE se equivocó), y las definiciones número 3, 5 y 6 -que no tienen ningún sentido-, hacen alusión a intenciones débiles (no intensas) o de sometimiento, actitudes que una Señorita no debe buscar en sus relaciones interpersonales, porque se debe vivir con intensidad y fraternidad. 

Contexto en que surge la inquietud sobre la necesidad de una resignificación del "respeto". 
  
Si bien usualmente se enarbola el respeto como una prevención higiénica y protectora de la mujer y su virtud respecto del ataque masculino, es menester denunciar, mediante estas palabras, que la consecuencia objetiva de este principio no es sino la presunción de que a la mujer se le debe negar el placer antes que todo, y que en ningún caso es relevante el deseo de la mujer de sentir placer. ¿A qué me refiero? A que no dar la pasá, por "respeto", es en realidad una ofensa; no meter el deo en el chico, por "respeto", es una ofensa. Si lo que el contexto manda es hacer ese tipo de acciones, no hay tal cosa como el "respeto" que nos han enseñado. Efectivamente se debe un Respeto, pero aquél no es ni un mero miramiento, ni miedo, ni la conservación de límites y prejuicios pasados a choro seco o de pichula pasá a mano y sotana: es una honesta preocupación por las expectativas razonables que todo contexto de avanzada amatoria, dado por las mutuas concesiones que en la interacción los participantes han dado a entender, exije. Lo contrario es, además, una falta a la seguridad jurídica.

Una suele pensar, en esos momentos críticos en que el "respeto" nos ha traicionado: fálteme el "respeto", usted señor Caballero. Pero aquello no es más que exigir el Respeto a las expectativas racionales que toda Señorita acarrea consigo luego de que el contexto ha dado a entender que una puede y quiere pedir eso. Digamos, si un seudo Caballero insinúa cosas que luego no concreta, por "respeto", no es un Caballero. Hay que distinguir el "respeto" del Respeto, entonces. 

Conclusiones.

En conclusión, hay que desenmascarar la pusilanimidad y ponderarla con la inocencia sincera, susceptible de recapacitar, para erradicar el "respeto" y exigir el Respeto que tan fácilmente es negado, si no por prejuicios, por ignorancia o mala voluntad. Finalmente, la experiencia me da la razón, en el sentido de que lo primero que se piensa cuando un Caballero no cumple con las expectativas generadas, es: qué sin Respeto este conshesumare. ¡Subversión, Señoritas!