lunes, 31 de diciembre de 2012

Especial de Año Nuevo: consejos

¿Cómo se prepara una Señorita para recibir el Nuevo Año de manera cauta, precavida, apasionada pero pragmática y, por lo mismo, higiénica?

Son varias las aristas desde las que podemos abordar este tema, probablemente no las cubriremos todas, pero trataremos de incorporar los elementos indispensables sin los cuales en la misma víspera de las 00.00 horas del 2013 y, también, en la supervivencia del siguiente día, pudiese ser más complejo mantener la compostura de una Señorita del siglo XXI (compostura que puede ser ampliamente interpretada y sostenida sin rayar el relativismo, sino más bien abrazando la abolición de la moral burguesa-judeocristianocatólica).

En lo metodológico, haremos una combinación de consejos en orden cronológico y otros tantos aleatorios. 

1. Una Señorita debe afirmar la guata. ¿En qué sentido? Tal vez se viene a la mente el sentido deportivo: debemos afirmar nuestra musculatura. Pero no, eso es imposible de hacer en un sólo día y, si no lo hicieron durante todo el año, ni en un mes lo harán y enarbolarán hasta marzo la consigna #porunveranoconpolera, asúmanlo. Me refiero entonces al sentido gástrico de la expresión: afirmar la guatita para no embriagarse tan pronto, ni vomitar cuando ya estén curás, y vivir más tranquilas. ¿Cómo hacerlo? Si bien cada organismo funciona diferente y nuestro equipo de nutricionistas hoy no trabaja, podemos partir por erradicar una mala práctica alimenticia de Año Nuevo: no comer nada en todo el día para recibir el atracón de la cena/asado familiar. Sucede que a las dos horas estaremos bebiendo cuales peces en el río, y no habrá digestión posible para los 8 kilos de peso que subiremos en media hora, por lo que nuestro sistema digestivo estará confundido y no estará firme y recio para recibir el alcohol, que es prioridad disfrutar. El consejo es, entonces, a comer bien durante todo el día, sin engañarse comiendo ensaladas que después expulsaremos enteras; un poco de arroz, fideos o papas, todo bien masticado, por favor. Al momento de la cena, no exagere (pero coma no más), que por lo demás es de mal gusto parecer una muerta de hambre, Dios Santo. Tenga modales y brinde.  

2. Una Señorita debe salir bien implementada. Si bien para festejar la cartera que se lleva es pequeña, jamás es lo suficientemente pequeña como para llevar lo indispensable: calzones, cepillo de dientes, dentífrico, condones, papel higiénico, jabón gel, desodorante, toalla higiénica/tampón; todo eso, además de los tradiciones artículos de belleza. 

Algunas aclaraciones: ¿Por qué el calzón? Una nunca sabe dónde va a terminar y, aunque sea en la casa de la amiga, siempre es cómodo un cuadro limpio mijita. Respecto al cepillo de dientes: una buena forma de aprovechar todas sus potencialidades es usándolo no sólo al otro día para quitar el "sabor a estribo oxidado" -como dijera García Márquez- de la boca, sino también cepillándose los dientes durante la celebración. Esto alivia probadamente la sensación de embriaguez y acidez (porque es una base), y nos deja siempre listas para besuquear gente después del clásico "güitre", por eso lleve pasta de dientes. Finalmente, aclaro que la toalla higiénica/tampón siempre es útil para las personas descuidadas que pierden la noción del tiempo, ya siendo una misma u otra mujer: hay que ser buena compañera y camarada, generosa, como el Ché. 

3. Una Señorita debe andar cómoda, pero chic. Para ser bella no hay que ver estrellas; la que es bonita, es bonita, la que es fea es fea, a menos que subvirtamos los cánones de belleza burguesa que han imperado por siglos, pero todas podemos ser simpáticas ¿cuál es la necesidad de ser rica? y a nadie le falta Dios, salvo a los malditos ateos. Fuera de aquello, vestirse para Año Nuevo es un tema. Todo va a depender de dónde valla a carretear: los lugares VIP-lounge-fesh-exclusive-open bar-2013 son algo más exigentes, cada cual tiene su estilo, pero preocúpese de algunas cosas: si anda apretada que no se le marque el calzón, la pata e' camello, ni el rollo que le molesta; a veces menos es más y andar como prieta no es un deber. Lo mejor pa los rollos es usar vestidos sólo un poco ajustados, con calzones que no la partan en dos horizontalmente como humita. 

Y los zapatos son otro drama: jamás use zapatos nuevos para bailar o para bacilar. Si se los compra para una ocasión especial, úselos todos los días, al menos una semana antes, con y sin calcetines en su casa. Aguáchelos. Preocúpese aunque sean bajos, no queremos sorpresas ingratas, como que la hawaiana le molesta en el deo gordo. Refiriéndome a los zapatos altos, tenga en cuenta que es un clásico del Año Nuevo y sus secuelas -after, Mercado Central- el vagar por la ciudad en busca de más o mejor carrete; considérelo antes de elegir su calzado. Si el zapato alto no la acompaña, considere una opción más prudente -el terraplén es muy aconsejable- o bien, lleve un calzado de descanso, como la chala, la chinita o la zapatilla (si es que tiene dónde echarlos); considere el espacio que necesitará para guardar no sólo aquel repuesto, sino también el que ocupen los zapatos que lleva puestos, a menos que los lleve en la mano (paja). 

Otros consejos: siempre lleve el teléfono cargado y cargador. No lleve todo el dinero que tenga, sólo el que esté dispuesto a usar, o si no se lo va a tomar todo; trate de estirar el bolseo hasta donde pueda, pero siempre con una actitud fraterna; jamás aprovecharse de los verdaderos amigos, salvo que lo merezcan.  Tenga el pase cargado, trate de no apagar tele, etc. Conserve siempre una luca para la Gatorade o Powerade, siempre. Pero lo principal: hidrátese desde ya. De hecho, póngase de pie y vaya a tomar agua ahora mismo.    

domingo, 30 de diciembre de 2012

Por la subversión del concepto y la praxis del "respeto"

respeto (RAE).
(Del lat. respectus, atención, consideración).
1. m. Veneración, acatamiento que se hace a alguien.
2. m. Miramiento, consideración, deferencia.
3. m. Cosa que se tiene de prevención o repuesto. Coche de respeto. WTF
4. m. miedo (recelo).
5. m. ant. respecto.
6. m. germ. espada (arma blanca). 
7. m. germ. Persona que tiene relaciones amorosas con otra.
8. m. pl. Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía. 

Para partir, cabe decir que ninguna de las definiciones acá vertidas se condice con la noción que una Señorita del Siglo XXI (y la sociedad en su conjunto) debiese tener del Respeto. Exceptuando la definición número 7, que -debo decir- no sé cómo mierda se podría usar (si alguien dice "yo lo respeto a él" o "nosotros nos respetamos", ¿En qué momento alguien puede establecer que tienen relaciones amorosas? Por otro lado ¿Son estrictamente amorosas? ¿A quién se le habrá ocurrido esa definición? Yo creo que la RAE se equivocó), y las definiciones número 3, 5 y 6 -que no tienen ningún sentido-, hacen alusión a intenciones débiles (no intensas) o de sometimiento, actitudes que una Señorita no debe buscar en sus relaciones interpersonales, porque se debe vivir con intensidad y fraternidad. 

Contexto en que surge la inquietud sobre la necesidad de una resignificación del "respeto". 
  
Si bien usualmente se enarbola el respeto como una prevención higiénica y protectora de la mujer y su virtud respecto del ataque masculino, es menester denunciar, mediante estas palabras, que la consecuencia objetiva de este principio no es sino la presunción de que a la mujer se le debe negar el placer antes que todo, y que en ningún caso es relevante el deseo de la mujer de sentir placer. ¿A qué me refiero? A que no dar la pasá, por "respeto", es en realidad una ofensa; no meter el deo en el chico, por "respeto", es una ofensa. Si lo que el contexto manda es hacer ese tipo de acciones, no hay tal cosa como el "respeto" que nos han enseñado. Efectivamente se debe un Respeto, pero aquél no es ni un mero miramiento, ni miedo, ni la conservación de límites y prejuicios pasados a choro seco o de pichula pasá a mano y sotana: es una honesta preocupación por las expectativas razonables que todo contexto de avanzada amatoria, dado por las mutuas concesiones que en la interacción los participantes han dado a entender, exije. Lo contrario es, además, una falta a la seguridad jurídica.

Una suele pensar, en esos momentos críticos en que el "respeto" nos ha traicionado: fálteme el "respeto", usted señor Caballero. Pero aquello no es más que exigir el Respeto a las expectativas racionales que toda Señorita acarrea consigo luego de que el contexto ha dado a entender que una puede y quiere pedir eso. Digamos, si un seudo Caballero insinúa cosas que luego no concreta, por "respeto", no es un Caballero. Hay que distinguir el "respeto" del Respeto, entonces. 

Conclusiones.

En conclusión, hay que desenmascarar la pusilanimidad y ponderarla con la inocencia sincera, susceptible de recapacitar, para erradicar el "respeto" y exigir el Respeto que tan fácilmente es negado, si no por prejuicios, por ignorancia o mala voluntad. Finalmente, la experiencia me da la razón, en el sentido de que lo primero que se piensa cuando un Caballero no cumple con las expectativas generadas, es: qué sin Respeto este conshesumare. ¡Subversión, Señoritas!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Tensiones sexuales postcoitales mal dirigidas: consecuencias nefastas.

Quiero partir por aclarar qué es lo que entiendo como "tensión(es) sexual(es)": se dice del tipo de incómoda pero ansiebunda relación que existe entre dos o más personas que se atraen sexual y mutuamente, antes o después "de" (si saben a lo que me refiero, mis Señoritas). Es incómoda porque usualmente se da de manera inoportuna o irracional; y es ansiebunda porque genera ciertas pulsaciones adrenalínicas que dan ganas de saciar. Luego, la tensión sexual (TS) es algo que hay que tensar hasta romper, o distender hasta eliminarla de manera pacífica. Esta weá es lo peor (y lo mejor). Porque durante ese período la vida se reduce al constante debate entre amar y odiar. Pero claramente es una falsa dicotomía (como la de dar la lucha dentro o fuera de la institucionalidad), porque en ningún momento se ama o se odia solamente, sino se hace todo A LA VEZ. Se ama y se odia, por la SHIT. 

Acabo de dar también otras dos nociones que nos ayudarán a encausar la explicación de las consecuencias nefastas de la TS en algunas ocasiones (cabe decir desde ya que este artículo sólo se refiere a las TS mal dirigidas, que son las que al cabo de cierto tiempo generan más molestias que satisfacciones); los conceptos dicen relación con la temporalidad de la TS: antes o después "de". Con "de" nos referimos a culiar (qué más iba a ser).  
  • Antes: acá aun no se produce el encuentro carnal; usualmente miradas, insinuaciones, roces, bailes, INCLUSO besos que anticipan que es plausible dicho encuentro. Acá, el amor y el odio se presentan porque no nos dan la pasá, y es sabido que un Caballero de verdad jamás le niega la pasá a una Señorita de verdad, y este blog es sólo para Señoritas(os), por lo que si llegaron acá, quiere decir que SON Ss. y por lo tanto merecen siempre su pasá. SILOGISMO WINS. 
  • Después: a estas alturas ya habrá ocurrido de todo, o casi de todo, pero al menos el "de" ya fue, y ocurre que probablemente el (o la, o le) susodicho es un conocido vuestro y se lo topa en variadas ocasiones, lo que permite el desarrollo de una TS postcoital (qué expresión más de mierda). 
Teniendo todos esos elementos en consideración, procederé a elaborar un listado con las consecuencias nefastas más comunes o las que primero se me vengan a la mente (porque una Señorita también sufre de corriente de la consciencia), para el caso postcoital (qué asco me da esa expresión), que es el más nefasto:

1. Que le personaje crea que una está enojada con le.
2. Que le personaje evite saludarte cuando te ve.
3. Que le personaje no le hable más.
4. Que le personaje crea que una está enamorada o enganchada.
5. Que le personaje comente todas tus cosas en Facebook.
6. Que le personaje no te responda ningún comentario de Facebook. Ni inbox.
7. Que todo lo que una comente sea tomado con alguna connotación (tanto por le como por otros) por haberse tirado a le personaje.
8. Que le personaje se enamore o enganche de una.
9. Que le personaje crea que una cree que tiene derechos sobre le, y se enoje por nada.
10. Que le se choree de la nada sin saber el motivo.
11. Que una se vea en la necesidad de autocensurarse a causa de la incertidumbre de la reacción de le. 
12. No volver a tirarse a le jamás.
 

martes, 23 de octubre de 2012

Manual para no perder la Amistad de un Tiramigo

Un tiramigo o amigo con ventaja es aquél Galán que una Señorita suele frecuentar en encuentros pecaminosos, al tiempo que construyen una relación de amistad y cariño-no-de-pareja. Una de las grandes ventajas de un tiramigo es que mantendrás tu reputación intacta, puesto que como es tu amigo, no revelará tus íntimos secretos. 

Es común el mito de que siempre alguno se enamorará del tiramigo, lo cual, si bien es estadísticamente acertado, no puede ser considerado un imperativo categórico kantiano, ya que es perfectamente posible mantener aquella bonita relación de amistad. 

La clave para evitar dramas se basa en ser amigos realmente. Sucede que la mayoría de los amigos con ventaja no son amigos, sino que se juntan sólo con propósitos carnales, sin levantar los muros que diariamente construimos en torno a nuestra intimidad. Al no revelarnos, la amistad no se desarrolla realmente y aquél pobre hombre queda reducido a un objeto sexual (aawww, pooobrecito)

Las situaciones dramáticas más comunes que ocasionan la pérdida de la amistad son: 1) que un tiramigo se enamore del otro tiramigo y 2) que un tiramigo se enamore de otra persona. A continuación se desarrollarán estas hipótesis bajo la luz de la amistad, demostrando que ésta supera todas las dificultades. 

1) En estas circunstancias, si la amistad es fuerte y alguno se enamora del otro amigo, lidiarán con el asunto como un verdadero equipo, en que cada uno comprende los puntos de vista del otro, porque conoce su historia amorosa (y familiar, y social, y educacional, y etc.) y puede comprenderla (no puedo enamorarme de ti porque amo a otro, no puedo amarte porque tengo el corazón roto, no puedo amarte porque ahora no es el momento de algo serio, o simplemente no puedo amarte). Así, ciertamente habrá sufrimiento, pero la amistad no se perderá, ya que no se culpará al otro. Si bien es cierto que puede producirse un distanciamiento para evitar el dolor, el cariño de la amistad seguirá intacto y podrá recuperarse en cuanto los sentimientos del Galán se hayan atenuado. 

2)Si fueran realmente amigos, no habría ningún problema,en contarle que te has enamorado de otro, porque esa es una confidencia típica de la amistad. De esta forma, no se terminará la amistad si de pronto acaban los encuentros pasionales porque la relación con el otro se ha formalizado y no habrá gran sorpresa cuando llores en su hombro con el corazón roto en mil trocitos que te clavan el alma. 

Recuerda:
El Tiramigo no es solo el Galán que te tiras y con el cuál no tienes ninguna relación, sino que es aquél Caballero a quien quieres con todo tu corazón como a un buen amigo. 

¿Quién dijo que la Friendzone era mala? 

domingo, 2 de septiembre de 2012

El bigote no es sólo para caballeros: reflexiones sobre la depilación

Yo, como principio, estoy en contra de la tortura. Digamos que podría estar a favor de uno que otro fusilamiento en nombre de la Revolución, jamás descartaría la lucha armada y disfruto los días de barricada. Pero la tortura, no. 

Tampoco digamos que me gusta el masoquismo. Como Señorita nunca he experimentado experiencias cercanas a él, pero por transitividad creo que no necesito experimentarlo, así como no necesito hacer colisionar protones para saber (o imaginar) lo que puede ocurrir. 

Y eso es lo que me sucede con la depilación -en particular- del bigote. Las pinzas, la cera, lo que sea: todo se configura como un método de tortura al que hasta la más osada feminista se somete. Por eso siempre uso el filtro capilar para medir el real compromiso de las mujeres con su liberación: la depilación perfecta las delata; apuesto que se depilan hasta los cachetes del orto (si me permiten la expresión, mis Señoritas). 

La depilación es peor que Dios; es parte de la ideología, no ha muerto. LA DEPILACIÓN IS NOT DEAD. 

Y la verdad es que manda a la mierda toda lógica: la depilación (en particular del bigote) duele, y mucho. Trauma, porque la cara es sensible, pero no he conocido a nadie que se niegue a sentir ese dolor "deliberado" que  muchas veces es inferido por sí misma. 

Estamos contra el femicidio, pero nadie ha nombrado los pequeños suicidios que nos obligan a cometer en nombre de la depilación: nadie tiene que meter su mano en nuestro cosmetiquero: ya lo han hecho en nuestras frágiles mentes de niña. 

Yo creo que hay más violencia en tener que depilarse el bigote que en prestar el chico. Digo, porque al menos en este último momento una sospecha algo, más que sea. 

lunes, 30 de julio de 2012

¿Infidelidad? Una Señorita también debe tener privacidad

Aquí se parte de la base de que una relación de pareja tiene 3 componentes que se relacionan dialécticamente entre sí: Sujeto - Relación - Señorita. Así, hay que distinguir que cuando se está en una relación la Señorita no puede ni debe perder su individualidad, su personalidad única ni el espacio de vida privada-personal y propia que tan bien cultivaba antes de comenzar su relación con Sujeto.

Este espacio de vida privada involucra todo tipo de juicios, gustos y anhelos personales -incluso secretos- que toda persona puede y necesita mantener en su fuero interno de modo que contribuyan a la reflexión sobre la propia vida y el mundo, para componerse a sí misma como un actor (¿o actriz? ¿o actora?) del contexto en que estamos inmersas. Así también corresponde mantener y cultivar los gustos propios (gustos de  Señorita, claro está), dentro de los cuales encontramos la música, la comida, el trago, la parranda, el sexo, y las personas, entre otros. 

Entonces, en base a eso, las reglas dispositivas de la Relación claramente no debieran ser las que actualmente son respecto de la "fidelidad": llegar a la casa y contar todo lo que hiciste y pensaste en el día, si no puedes contar algo es porque no es correcto y básicamente no debiese ser pensado ni hecho, si lo piensas temes ser infiel o desear serlo. Si ves a alguien que te atrae "como que para comértelo", no lo puedes hacer porque tienes una relación, no porque no te guste. Y no es porque tengas "otra" relación, ya que comerte a alguien fortuitamente, sin constancia o con poco interés no constituye otra Relación como la que temes perder, no hay nada que temer. ¿Cuál es el fin de privarse de algo que te gusta, en este caso? Básicamente es no hacer sentir mal al otro, pero ¿por qué debiese sentirse mal si yo me como a alguien con el que no voy a desarrollar otro tipo de relación ni menos una Relación? Yo no estaría dispuesta a tener una relación seria con alguien que me subestima o desconfía de mis intenciones o de mis palabras. 

Ni que una fuera Presidente, ¡ni que debiera dar una cuenta pública!

Si me preguntan si alguna vez sería infiel, yo respondería que no, porque ni siquiera creo en la fidelidad. 

Consejo práctico: cómase a quien quiera, pero no de forma muy grosera, tenga una relación principal feliz y no espere menos de su pareja. 

Atte. 

Señorita. 

lunes, 2 de julio de 2012

La Cuenta

"¿Quién paga la cuenta?" es una duda muy frecuente entre las Señoritas del siglo XXI, que han sido confundidas en el último siglo por las Feministas Furiosas y Tacaños. 

Aclarémoslo de una vez por todas: si paga tu cuenta, tiene interés, sobre todo en las primeras citas: quiere mostrarse galante y caballeroso, lo cual aumenta las probabilidades de que su interés por ti sea serio. Más adelante, cuando ya tienen una relación, es natural que alternen las invitaciones o que compartan la cuenta. Personalmente prefiero lo primero, es más romántico. 

Si no paga tu cuenta, es más probable que te vea solo como una tiramiga o por lo menos da cuenta de que no se preocupa de ser galante contigo. 

Sucede que si nos topamos con un machito que no se ofrece a pagar la cuenta (durante las primeras citas) y sentimos que echamos de menos el gesto de galantería, tenemos temor de parecer aprovechadoras e interesadas. ¡Nada más lejos de la realidad! No se confunda: lo que sentimos al ser invitadas, es que el hombre en cuestión se preocupa por nosotras y actúa de manera galante. No estamos esperando que nos mantenga ni mucho menos.  

No se sienta culpable por disfrutar de ese gesto, pero recuerde siempre hacer el ademán de sacar la billetera o el monedero, para así darle la oportunidad al hombre en cuestión de decidir entre "no te preocupes, yo invito" y el silencio y todas sus tristes implicancias para su puro corazoncito.

Revisando en una antigua investigación de campo, hemos detectado a un tipo especial de patán: EL TACAÑO FEMINISTA: este espécimen es tan, pero tan "feminista", que no está dispuesto a regalarte ni un dulce, porque "¿acaso esperas que cumpla el rol histórico de macho proveedor?" y te cobra hasta el pan de la once y los docientos pesos que te pasó cuando no tenías sencillo. Pero como tiene ese discurso tan "feminista", una se siente aprovechadora de tener ganas de que te regale un chocolate o unas flores y si se te ocurre mencionarlo, seguramente recibirás una respuesta del tipo "las flores y los chocolates son una forma de relacionarse propia de la objetivización de la mujer en el capitalismo". 

Siga mi consejo y huya: el feminismo de este patán es una cortina de humo que te deslumbra por su aparente espíritu rebelde y profundo, pero su verdadera función es ocultar que simplemente es un tacaño y la considera tan poco que no es capaz de hacer un mínimo sacrificio económico (= chocolate, el pan de la once, la cervecita) por usted. 


martes, 29 de mayo de 2012

Sobre el concepto de "Pecado Social" versus el pragmatismo como Nuevo Pilar Valórico

Una Señorita del siglo XXI no vive en el oscurantismo. Puede ser creyente (desde cualquier dios, pasando por el I Ching, los sufis, el yoga, los mayas, la Iglesia Maradoniana, etc. etc.), agnóstica (como Michelle Bachelet, pero es una postura bastante pusilánime) o atea (trate de no seguirlo como una religión).

En ese sentido, la noción de pecado contra Dios que agobiaba a nuestras correligionarias del pasado no es la regla moral general con la cual poder juzgar las acciones de una Señorita del siglo XXI. Hoy, como indica el título, la regla moral es descubiertamente social (entendemos que el "pecado" no puede ser sino un criterio igualmente social, pero puesto como externo a la sociedad terrenal y, por cierto, carnal): es el "pecado social", que arbitraria pero inconscientemente inunda las mentes de los individuos que componen la sociedad y conviven con nosotras, las Señoritas. 

Debemos reconocer que cualquier noción de pecado sirve de parámetro educativo/represivo de manera enajenante, de modo que pareciera como que dejamos de ser dueñas de nuestras acciones y hay factores externos dados como hechizantes en base a los cuales nos guiamos aún sin querer. Entonces, la real utilidad del pecado no existe ni para Dios (que, por cierto, no existe) ni para nosotras, bastante crecidas ya como para decidir por los cánones morales que queremos seguir.  

Es así como les presentamos una Nueva Propuesta Valórica, en respuesta a lo anteriormente descrito (siéntanse dueñas de ella para modificarla o desecharla, pero es altamente recomendada por varias Señoritas del siglo XXI, y con amplio rango de satisfacción). La propuesta tiene como base dos ejes que a su vez emanan directamente del pilar valórico del pragmatismo.

Eje de la Higiene: la promiscuidad, el descuido y la irresponsabilidad ya no nos agobian únicamente por la posibilidad de tener embarazos no deseados pues, con el avance tecnológico aplicado a las ciencias reproductivas hoy existen diversos mecanismos que nos permiten quitarnos ese miedo desde un principio (anticonceptivos) o bien desde un final, con métodos de emergencia a su vez preventivos (píldora del día después si no es abortiva, método Yuzpe) o represivos (toda la ensalada abortiva). Entonces, el miedo que sí tiene que persistir como guía moral y práctica es nada más ni nada menos que el de la presencia de materia séptica. Hay virus que no te quitas ni con todas las pastillas del mundo, wácala y qué miedo. Más efectivo que cualquier pena del infierno. 

Eje de la Visión de Futuro de acuerdo a los propios objetivos de vida: es cierto que los patrones morales sociales que nos enajenan son arbitrarios y muchas veces ilógicos y fascistas y apostamos a cambiarlos, pero para que esa subversión ocurra por completo la sociedad se tomará su tiempo. Por otro lado, si queremos contribuir a que ese cambio ocurra más rápido debemos ser validadas como actrices políticas en el actual contexto represivo. Difícil tarea: ¿cómo validarnos entre lo que queremos destruir, para destruirlo sin que nos detengan e incluso nos apoyen? Aquí prima también el pragmatismo: podemos fingir seguir ciertas conductas que no interfieran centralmente con una nueva concepción social a instalar, o bien, podemos derechamente seguir ciertas conductas que tampoco sean contrarias de manera central a nuestra propuesta, y así no ser rechazadas a priori por aspectos poco relevantes o no centrales en nuestra lucha. Para algunos esto puede significar un sacrificio, es cierto, pero de ninguna forma se corresponde con el sacrificio cristiano que implica sufrimiento como forma de purgar pecados o ennoblecer acciones; aquí el criterio es el pragmatismo. Aquí se ayuda también por la máxima: ojos que no ven, corazón que no siente.

Esperamos que puedan evaluar esta nueva propuesta y que ojalá la pongan en práctica, verán que así la vida es más divertida y a la vez moralmente correcta. 

lunes, 28 de mayo de 2012

Interpretando invitaciones

A veces una Señorita conoce muchachos con los cuales desearía profundizar un poco más en el conocimiento de su carácter y sus costumbres, y cae la suerte de que, a pesar de la cobardía que por defecto una atribuye a los jóvenes aún inexpertos, o bien sin esperar generar tanto interés en un Caballero atractivo, el resultado de las interacciones (usualmente dadas por Facebook) -si bien limitadas, bastante intensas-, es una gustosa pero imprecisa y somatizante invitación. 

Hoy analizaremos 2 variables prudentes de aquella invitación.

1. A tomar café. Esta es la menos arriesgada, vale decir la más fome. A pesar de los efectos enervantes que madres y abuelas le atribuyan a este brebaje, poco es lo que una o dos o cinco tazas de café puedan hacer por catalizar algo más que severos retorcijones de estómago durante una cita. Claro está, puede ser la perfecta excusa para sostener una interesante conversación sobre la crisis económica europea, que en tan lamentable situación tiene a nuestro -internacionalistamente hablando- hermano pueblo de Grecia. También podría dar pie a una rica conversación sobre arte contemporáneo; absolutamente inútil. Pero, conservando la compostura, cierto es que será un perfecto blindaje para nuestra pureza: sobria a las cuatro de la tarde, en un lugar público, lo más probable es que salgamos (demasiado) sanas y salvas. Ojalá además la inviten a una porción de torta. No pague, no vale la pena. Tampoco lleve condones, luego de esto volverá a su casa a conversar con su madre sobre los asuntos del día. 

2. A "tomar". Esta sí que es invitación, pero peligrosa. Apta para Señoritas con un alto contenido de experiencias. Este numeral se subdivide en varias categorías que, aunque no se espere, le otorgan diversos matices, los cuales son muy útiles y apropiados de conocer para una buena interpretación de la invitación formal/informal. Abarcaremos los más relevantes:

a) Unas "cervezas". Nótese el correcto uso de la palabra, nada vulgar, pero no menos osada: la cerveza contiene alcohol, y el alcohol contiene lujuria. Aquí, de partida, hay una indeterminación de la cantidad que se pretende que una ingiera, todo va a depender de la propia voluntad. Sepa calcular la cantidad de vasos que hace un pitcher y la cantidad de botellas "de litro" que circulan por su mesa. Sucede que mientras se está cómodamente sentada conversando no siempre es perceptible la forma en que el alcohol llega a nuestro cerebro pero, cuando nos ponemos de pie (para irnos a casa o a ...) el tambaleo nos delata. Sin embargo, quien invita a unas cervezas es, o bien siútico, o decidido pero relativamente decente. 

b) Unas "chelas". Acá, los efectos del alcohol pueden ser los mismos, a menos que las "chelas" sean cervezas con agua debido a la calaña del local en el cual se desenvolverá la acción. En esta invitación el grado de confianza con el muchacho puede ser mayor, lo que resta sutilezas, o simplemente tratamos con alguien relativamente menos decente que en el caso anterior, lo que es relativamente más adrenalínico que en el caso anterior. Acá se pueden percibir de todas formas al joven candente o al joven maleducado. Sepa distinguir, pues es apropiado que la primera invitación sea, si no al café, a las cervezas. 

c) Piscolas, roncolas, y destilados en general. Acá quieren curarla sin rodeos. Lo más probable es que adjunte a la invitación a beber la invitación a bailar. Una Señorita puede aceptar, siempre y cuando esté lo sufucientemente depilada para la ocasión. Modérese, que vomitar nunca es educado, además, si no se modera la pérdida de consciencia es una opción muy real pero indigna: así arriesga, sin duda, una violación

Luego de tratar en particular aquellas tres variaciones, apuntaremos unas conclusiones extraídas de la teoría general de la invitación a "beber". 

Bondades: a pesar de que la sobriedad invoca todo tipo de conversaciones triviales, es de suyo que tarde o temprano el diálogo caerá en un doble sinsentido: probablemente será ininteligible e innecesario, incluso molesto. Eso es una bondad puesto que permite hacer entender claramente que la cita dio resultado, porque sí: ese es el resultado que se espera de una verdadera cita de Señorita del Siglo XXI. Sin embargo, como es usted una Señorita sin necesidad de fingirlo, ya que fue educada en esos modales, anda con calzones de recambio, desodorante, pasta y cepillo de dientes. Lleve condones y lentes de sol.  

Peligros: la inminente violación, contagio de infecciones, pérdida de objetos de valor (como la dignidad), etc. Todos los que su sentido común le indiquen. 

Espero que estos consejos muy sutilmente estudiados le sean de ayuda de aquí en más, y que tenga muchas citas. 

Elogio a los Caballeros

Cuando las pasiones arremeten contra el cuerpo de una Señorita y esta considera la idea de hacer cosas indignas de su pureza con algún hombre, antes de dejarse llevar por el pecado de la lujuria, debe considerar un factor muy importante a la hora de resguardar su honra y reputación de Señorita:

Debe asegurarse de que el hombre en cuestión sea un Caballero. Esto significa que no divulgue su pecado jactándose entre los demás, que obviamente la considerarán una mujer ligera de cascos. El comportamiento esperado de una Señorita, como bien se sabe, es el romanticismo y la pureza. El deseo solo se justifica con amor en una relación estable, si no, es un pecado social, aunque nadie lo admita: por muy open mind que digan ser, será usted castigada con bromas de mal gusto. Esto no es nada nuevo, todas las Señoritas conocen el yugo bajo el que serán juzgada. Para evitar estas incómodas situaciones, es importante elegir bien al Caballero.

Si aún así la pasión se le fue de las manos y un pijacorta inseguro anda divulgando noticias poco dignas de una Señorita, siempre puede tomar alguna de las siguientes actitudes, según le acomode por su nivel de rudeza:

1. Admitir el pecado, pero vengarse de su indiscreción diciendo que es un pijacorta (esto no cabe en el pecado de la mentira, porque un hombre que traiciona la confianza de una Señorita es siempre un pijacorta mental).

2. Negar el pecado, recurriendo a la complicidad de una Amiga que testifique que estuvo con usted todo el tiempo en el baño o en cualquier otro lugar creíble que se les ocurra. Esas Amigas se merecen también un elogio.

Un Caballero siempre satisface sus deseos sin presumir de ello, guardando el secreto, sin poner en apuros a las Señoritas. Si se encontró con un Caballero, sonríale cuando se cruce con él y siéntase feliz: es usted una Señorita con suerte y su honra está a salvo. Por eso, elogio abiertamente a los Caballeros.

domingo, 27 de mayo de 2012

Conociendo Extranjeros Guapos en las Micros

Si es que en una micro usted acostumbra observar libidinosamente a los hombres, puede persistir en su conducta y continuar fingiendo que es una Señorita, pero debe observar ciertas precauciones para evitar ser violada y/o asesinada por un psicópata. "Caras vemos, corazones no sabemos", así que no debe descartar que hasta el más guapo y seductor hombre puede ser un potencial peligro. 

Si al subirse a una micro se encuentra con Sudafricano que parece un Dios de Ébano o con un Árabe que bien podría ser el Príncipe de Persia, basta con sonreirle coquetamente y esperar a que el guapito en cuestión se de por aludido y le responda con una sonrisa o un guiño. Cuando esto suceda, procure aparentar algo de timidez por la situación: "una Señorita no acostumbra hablar con extraños". Si continúa con el juego de miradas y sonrisas, seguramente no tardará en dirigirle la palabra con un delicioso acento extranjero.

Cuando se acerce su paradero, haga alusión a que se tiene que bajar pronto y ya verá como rápidamente el Extranjero en cuestión se apresura a pedirle el celular o el facebook y le pregunta con amabilidad si está usted disponible para enseñarle las bellezas de la ciudad. Llegado este punto, puede considerarlo como una victoria y decidir libremente si desea concretar la cita y darle datos de contacto verdaderos o falsos.

Si lo agregó al facebook y descubre que es un psicópata que le comenta todas las fotos con declaracioens de amor, puede borrarlo sin remordimientos, ¡no pensará reunirse con un psicópata! 

Si decide concretar la cita, recuerde que sea siempre en un lugar público. Una vez que lo bese, lo agrega a la Lista Internacionalista de Hombres Besados y puede darse por pagada... o continuar el romance, enamorarse, y convertirse en toda una Señorita de telenovela.

Esto es aplicable en cualquier espacio público, como las plazas y las calles (sobre todo en las marchas), pero a mi gusto, las micros le dan un toque más exótico y romántico.  



Pecados de pensamiento

Una Señorita no puede pensar en:

- Los bultos en la parte frontal de los pantalones de los hombres.
- Si acaso los bultos en los pantalones de los hombres son reales o no. 
- Que todos los hombres tienen pene (exeptúense casos médicos y transgéneros). 
- El tamaño del pene de cada hombre que una ve. Ni en relacionar dicho tamaño con las manos o la contextura física del hombre. 
- Que todas las personas se masturban. 
- Que cuando alguien no contesta el teléfono puede estar teniendo sexo.
- Que cuando alguien contesta el teléfono puede estar teniendo sexo. 
- Que toda la gente que una ve por la calle tiene sexo en algún momento (exceptúense, como es natural, los niños y la gente virgen que una no tiene cómo saber que es virgen).
- Que nuestros profesores -de no ser vírgenes- tienen sexo con alguien en algún momento.
- Que los curas y monjas tienen sexo. Usualmente del más pervertido. 
- Que cada persona que una ve en la calle es producto del sexo. 
- Que todos nuestros amigos son producto del sexo, y que los padres de nuestros amigos tuvieron sexo para concebirlos. IMPENSABLE NÚMERO 3; IMPENSABLE ABSOLUTO EN CASA DE LOS AMIGOS. 
- Que nuestros familiares tienen sexo. IMPENSABLE NÚMERO 2. 
- Que cada una de nosotras es producto del sexo entre nuestros padres. ESTE ES EL IMPENSABLE NÚMERO 1. 


viernes, 25 de mayo de 2012

Galanes en las marchas

Si durante una marcha o protesta usted se encuentra con un personaje vestido particularmente de Jack Sparrow y desea besarla, preocúpese. 

Él puede no haberse lavado los dientes con todo el ajetreo que produce madrugar. 
Él puede partirle el corazón y olvidarla en cuanto aparezca la próxima atractiva manifestante. 

Ahora bien, si es usted la que no se lavó los dientes y/o una casquivana comehombres, descuide. Pero preocúpese de seguir fingiendo que es una Señorita, si así lo desea. 

Cuerpos pintados

Puede ser que alguna vez usted haya visto alguna muestra del exuberante arte de los cuerpos pintados. Si es que a usted, una Señorita del siglo XXI, le apasiona el arte y tiene ciertos rasgos de exhibicionismo, liberalidad, desinhibición, egocentrismo y narcisismo, además de apreciar esta expresión probablemente le gustaría ser parte viviente de ella, le gustaría que le pinten el cuerpo. 

Navegando por Internet, hoy son muchas las ofertas que podemos encontrar y puede que a usted la agregue un perfil de Facebook que se dedique a reclutar señoritas para prestar su cuerpo, cual senadora designada, como lienzo. En este momento -igual que en muchos otros- debemos sospechar: si requieren señoritas de buena presencia, será para fines que van desde el café con piernas a la comercialización de imágenes eróticas; si da lo mismo la presencia, pretenden prostituirla o violarla. Del 100% de las ofertas, sospeche de ellas en un 99%, es decir, si le llegan 100 ofertas, divida cada una en 100, y dude de 99 de esas respectivas fracciones; quizá en algún grado puede ser una propuesta seria, sutil, artística. Googlee, ese puede ser un primer paso para descartar la idea de plano. 

Sucede que estas situaciones son extremas y se debaten entre 2 polos diametralmente opuestos, no hay términos medios: o será arte o abuso sexual. 

Si es que por azares estadísticos la propuesta logra pasar la barrera de la sospecha, concerte siempre una reunión con la persona detrás del Facebook, sea hombre o mujer. Procure que ese encuentro sea en un lugar público, nunca de noche ni con alcohol de por medio, recuerde que siempre puede ser un embauco para violarla. Además, lo más recomendable es que asista con su novio. Si no tiene novio (lo cual es muy probable), vaya con un amigo que genere miedo de recibir una golpiza en caso de que le falten el respeto a usted. Finja que su amigo es su novio, pero hágase respetar: que esta oportunidad no sea un excusa para recibir agarrones que no corresponden. 

Si después de las sospechas, la reunión y el sketch usted sigue con la idea de ser un lienzo de carne y la desconfianza se ha ido disipando en favor de un aparentemente prestigioso artista, siga desconfiando: puede ser igualmente un (a) degenerado (a). 

Usted ya ha decidido ir al estudio del "artista" para ser pintada y fotografiada para una exposición. Vaya con el amigo que fingió ser su novio. Ojalá ese amigo sea gay, para que no quiera propasarse en su personaje. Trate de que la pinten con calzones: nunca es bueno agarrarse infecciones; en caso de que se saque el cuadro cruce siempre las piernas, como una señorita. Si efectivamente las sospechas se consuman, vístase y corra mientras su amigo cumple el cometido que hasta ahora sólo era una advertencia. Si no pasa nada y en realidad era arte, siéntase satisfecha y orgullosa: su buen gusto y tino siempre la llevan por el buen camino cuando se es una Señorita de verdad.