viernes, 25 de mayo de 2012

Cuerpos pintados

Puede ser que alguna vez usted haya visto alguna muestra del exuberante arte de los cuerpos pintados. Si es que a usted, una Señorita del siglo XXI, le apasiona el arte y tiene ciertos rasgos de exhibicionismo, liberalidad, desinhibición, egocentrismo y narcisismo, además de apreciar esta expresión probablemente le gustaría ser parte viviente de ella, le gustaría que le pinten el cuerpo. 

Navegando por Internet, hoy son muchas las ofertas que podemos encontrar y puede que a usted la agregue un perfil de Facebook que se dedique a reclutar señoritas para prestar su cuerpo, cual senadora designada, como lienzo. En este momento -igual que en muchos otros- debemos sospechar: si requieren señoritas de buena presencia, será para fines que van desde el café con piernas a la comercialización de imágenes eróticas; si da lo mismo la presencia, pretenden prostituirla o violarla. Del 100% de las ofertas, sospeche de ellas en un 99%, es decir, si le llegan 100 ofertas, divida cada una en 100, y dude de 99 de esas respectivas fracciones; quizá en algún grado puede ser una propuesta seria, sutil, artística. Googlee, ese puede ser un primer paso para descartar la idea de plano. 

Sucede que estas situaciones son extremas y se debaten entre 2 polos diametralmente opuestos, no hay términos medios: o será arte o abuso sexual. 

Si es que por azares estadísticos la propuesta logra pasar la barrera de la sospecha, concerte siempre una reunión con la persona detrás del Facebook, sea hombre o mujer. Procure que ese encuentro sea en un lugar público, nunca de noche ni con alcohol de por medio, recuerde que siempre puede ser un embauco para violarla. Además, lo más recomendable es que asista con su novio. Si no tiene novio (lo cual es muy probable), vaya con un amigo que genere miedo de recibir una golpiza en caso de que le falten el respeto a usted. Finja que su amigo es su novio, pero hágase respetar: que esta oportunidad no sea un excusa para recibir agarrones que no corresponden. 

Si después de las sospechas, la reunión y el sketch usted sigue con la idea de ser un lienzo de carne y la desconfianza se ha ido disipando en favor de un aparentemente prestigioso artista, siga desconfiando: puede ser igualmente un (a) degenerado (a). 

Usted ya ha decidido ir al estudio del "artista" para ser pintada y fotografiada para una exposición. Vaya con el amigo que fingió ser su novio. Ojalá ese amigo sea gay, para que no quiera propasarse en su personaje. Trate de que la pinten con calzones: nunca es bueno agarrarse infecciones; en caso de que se saque el cuadro cruce siempre las piernas, como una señorita. Si efectivamente las sospechas se consuman, vístase y corra mientras su amigo cumple el cometido que hasta ahora sólo era una advertencia. Si no pasa nada y en realidad era arte, siéntase satisfecha y orgullosa: su buen gusto y tino siempre la llevan por el buen camino cuando se es una Señorita de verdad. 

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